Este es un libro que rezuma optimismo y esperanza. Bárbara Johnson, la autora, salió de cada uno de los eventos trágicos que golpearon a su familia con una filosofía cada vez más firme de que no podemos evitar el dolor en nuestra vida, pero que el dolor no tiene que significar infelicidad. Este es el corazón de su libro. No se crea que el libro es solemne y pontifical; por el contrario, tiene una chispa ingeniosa que corre por todas las páginas. Se lee con una sonrisa en los labios todo el tiempo y con risa franca con frecuencia. Aunque fue escrito para mujeres, el libro puede ser leído por los varones sin menoscabo de su virilidad, pues los principios sustentados son válidos para todos. Y vale la pena leerlo aunque solamente sea para divertirse.

Gran parte de la fuerza del libro está en su realismo que reconoce dos cosas: Primera, que las tormentas en la vida son inevitables, y segunda, que de nuestra actitud ante la vida depende el sobrevivir y, aún más, ser enriquecidos.