EL PLAN SUPREMO DEL DISCIPULADO

Hace años busqué trazar la estrategia fundamental del ministerio personal de Jesús en mi libro El Plan Supremo de Evangelización. En ese estudio en los cuatro Evangelios deduje algunos principios básicos del discipulado, al observar cómo nuestro Señor orientó su vida; mi convicción es que siendo ese su camino, estableció la dirección a seguir por sus discípulos.

 

 El propósito del presente estudio es discernir cómo la iglesia apostólica llevó a cabo su mandato. Tomando los Hechos de los Apóstoles como referencia, despliega un patrón donde se ven los principios del ejemplo de Cristo en sus testigos. Cuando esos conceptos generales están delante de nosotros, tenemos algunas señales fijas a través de las cuales podemos trazar nuestro derrotero.

 

 

Aunque la manera en que la primera generación de cristianos no fija políticas específicas para nuestro tiempo, la verdad siempre debe ser vista en el contexto del tiempo y el lugar donde la gente vive. Es bueno recordar también que la iglesia primitiva estaba aún en un período formativo, sin antecedentes bien definidos fuera de la tradición judía. Sin embargo, aún cuando las estructuras y las metodologías puedan cambiar, los principios permanecen constantes a través de cada época y cultura. Si nosotros podemos ver esas verdades fundamentales en forma embrionaria a pesar de siglos de cambios culturales, algunos lineamientos básicos pueden llegar a ser establecidos por la iglesia contemporánea. De hecho, desde que los movimientos tendieron a dejarse llevar por la corriente con el pasar de los años, es imperativo que las tradiciones religiosas y las instituciones sean continuamente examinadas frente al modelo original.